¿Conduces al trabajo? ¿Recoges a tus hijos del colegio en tu coche? Entonces debes saber que la ciudad de Barcelona, y otras ciudades importantes de España, se preparan para un cambio definitivo que involucra a todos los conductores urbanos.
Pioneras en abordar la cuestión del cambio climático, tanto Barcelona como Madrid tuvieron la iniciativa de implementar una zona de bajas emisiones (ZBE) en enero del 2020, en conjunto con otras ciudades europeas.
En el caso de la ZBE Rondas de Barcelona se trató de unos 95 km2 conformados por la ciudad y otros municipios, con las excepciones de El Tibidabo, Les Planes, la Zona Franca Industrial y los barrios de Vallvidrera.
Actualmente, esta zona de bajas emisiones -que comprendió desde un comienzo a los municipios de Sant Adriá de Besós y L´Hospitalet de Llobregat, y parte de los municipios de Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat -sería el área definitiva en donde se restrinja la circulación de los coches más contaminantes de forma permanente.
Una apuesta por la movilidad sostenible
A partir del 31 de diciembre de 2023, los centros urbanos de España con más de 50.000 habitantes verán afectada la habilitación vigente para conducir un coche por estas zonas, más allá del lugar en donde esté radicado el vehículo.
Por eso, es un momento ideal para comprar y vender coches en Barcelona y adaptarse al futuro.
En la actualidad, pueden circular las siguientes etiquetas, otorgadas por la DGT (Dirección General de Tráfico) sin restricciones:
- Etiqueta amarilla (B)
- Etiqueta verde (C)
- Etiqueta Eco (Eco)
- Etiqueta 0 (Cero emisiones)
Las nuevas normas -aún en etapa de definición- buscan reducir la contaminación de las urbes a contrarreloj frente a los embates climáticos que dan alerta sobre la situación apremiante.
De esta manera, los municipios deberán promover la movilidad sostenible y vigilar las condiciones para alcanzar los objetivos definidos: bajar las emisiones contaminantes.
Las iniciativas que buscan reducir el impacto climático
Además de vincularse con el derecho a la salud dentro de la ciudad, mejorar la calidad del aire solo trae beneficios.
El impacto positivo en las metrópolis europeas que están haciendo estos cambios es contundente con los primeros indicadores.
En el centro de Londres el nivel de contaminación por dióxido de nitrógeno, que proviene en su mayoría de los motores diésel, se redujo casi a la mitad (44%) en zonas de baja emisión durante 2019.
Todo gracias al “Green Deal” de la Unión Europea. El paquete legislativo apunta a convertir el continente en el más “verde” del planeta.
Claro que esto implica cambios en las maneras de consumir. Pero en vez de verlas como un obstáculo, el usuario debería enfocarse en ellas como una oportunidad: un panorama lleno de incentivos estatales y privados para acompañar la transformación.
España es uno de los países más interesados en que la transición energética sea exitosa y rápida tras el suceso de la primera instancia, que ya alcanzó a reducir en más de 600.000 los desplazamientos diarios de vehículos contaminantes.
Iniciativas como el “Plan Next Generation EU”, que promueve la recuperación después de la pandemia por COVID-19, contempla subvenciones a proyectos de movilidad alternativa para hacer crecer las zonas de bajas emisiones.
Etiquetas ECO y 0: una oportunidad para tener en cuenta
Si ya te encuentras familiarizado con las diferencias, lo sabes: las etiquetas ECO son para los modelos híbridos y los que se alimentan a gas. Entre tanto, la etiqueta 0 la obtienen los modelos híbridos enchufables y los puramente eléctricos.
Los habitantes que quieran circular en zonas de bajas emisiones deberán tener o comprar vehículo con la etiqueta adecuada.
De cara a esta transición, los usuarios interesados se beneficiarán de comprar o vender su automóvil usado con anticipación. Aunque durante el 2022 no sea un requisito, esperar a que las etiquetas B y C ya no sirvan puede ser un error de cara al 2023.
Además, conlleva el riesgo de que la cuota de financiación para comprar un coche sea mucho mayor, al igual que los tipos de interés que apliquen para realizar las transacciones.
Además, si no se cambia de coche este año, para el 2023 los vehículos que no cumplan con los requerimientos de etiquetado o exhiban la etiqueta C podrían ser multados.
Proyecto de regulación común a corto plazo
Aunque hoy en día no hay una norma estatal que impida la circulación de un tipo de vehículo en concreto, con las ZBE en pleno crecimiento en los municipios españoles con más de 50.000 habitantes, es lógico pensar que habrá que aplicar criterios en común para regularlas.
En la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Gobierno español especifica que estas zonas especiales deberán contar con normativa que apunte a la reducción de emisiones y que las medidas serán a criterio de cada ayuntamiento.
En cuanto a las pioneras, tanto Barcelona como Madrid tienen en el punto de mira los vehículos sin etiqueta ambiental y se espera que otras ciudades sigan el mismo rumbo.
De esta forma, ahora los coches con etiqueta ambiental 0, ECO, C o B podían circular sin restricciones por la ZBE Rondas de Barcelona los días laborables entre las 7:00 y las 20:00. A futuro, no se descarta que un ayuntamiento pueda restringir el acceso a sus ZBE, limitando la movilidad a automóviles C o B.
Además, la normativa actual no permite el acceso a la zonas de bajas emisiones a furgonetas, camiones y buses sin etiqueta ambiental. Con respecto a las multas, ascienden a 200 euros para los conductores que ignoren la restricción.
A los usuarios con automóviles con esas etiquetas les costará moverse y quizás deban dejar el coche en las afueras de Barcelona para cumplir.
La transición del tipo de vehículos llegará inevitablemente y siempre es mejor prepararse para esos cambios. ¿Conocías las futuras regulaciones de las zonas de bajas emisiones en España?